Se trata de una iniciativa puesta en marcha con la asociación ASPAPROS en la que trabajan 24 profesionales entre psicólogos, fisioterapeutas y monitores
Las instalaciones del colegio de Educación Especial Princesa Sofía acogen durante este verano la Escuela de Verano que ha puesto en marcha la Asociación ASPAPROS. Una iniciativa o dirigida a 40 alumnos que padecen discapacidad intelectual severa y que se ha hecho realidad gracias a la colaboración de distintas institucionesEn esta Escuela trabajan un grupo de 24 profesionales entre psicológos, monitores y fisioterapeutas que trabajan cada día ayudando a estos pequeños que necesitan una atención especializada, dedicación y sobre todo mucho cariño. Los niños participan en talleres de dibujo, se bañan en las piscinas habilitadas en esta Escuela y realizan ejercicios para el desarrolloUna escuela que abre sus puertas de ocho a tres de la mañana y que ofrece a estos niños la posibilidad de disfrutar del verano mientras su padres trabajan