Con los fuegos artificiales del sábado se anunciaba el final de la feria de Almería, pero también el comienzo de las labores de limpieza y desmontaje de todo el mobiliario que atañe a estas fiestas.
Las estructuras de las casetas y las atracciones van desapareciendo poco a poco del recinto ferial, junto a las tradicionales carpas y tómbolas. Pronto conoceremos las cifras exactas acerca de las incidencias ocurridas durante el transcurso de la feria, así como los datos económicos que reflejan el impacto que ha traído esta a la ciudad. Los feriantes dicen adiós a una de las fiestas con más éxito de asistentes, para volver el año que viene.