Los almerienses aseguran que tenían ganas de que llegase el frio y que están encantados de la lluvia, algo muy necesario para que se limpie la atmósfera y también para el campo almeriense.
Entre esta imagen y esta otra tan solo ha transcurrido una semana. Y es que la ola de frio que amenazaba con llegar a la capital ha sido una realidad. Las temperaturas máximas se han situado en doce grados, y las mínimas han llegado a los 7, algo bastante inédito en la ciudad, a pesar de estar en invierno. Los almerieses hemos tenido que desempolvar los jerseis de abrigo, los chaquetones y los paraguas, pero todos teníamos ganas de que llegase el frio.Un fin de semana en el que seguiremos teniendo frio, con heladas débiles en el interior y con viento de componente norte, así que no guarden aún las fubandas y los abrigos, que los van a utilizar.