La Macarena se despidió ayer tarde y con éxito del Lunes Santo. La Hermandad de la Macarena salió de su sede canónica con Nuestra Señora de Las Mercedes abarrotada. Tras los nervios que se vivieron en el templo el pasado año por motivos climatológicos, en esta ocasión se respiraba sosiego y tranquilidad. Un exuberante palio verde recorrió Almería con su andar alegre. El cristo, sentencciado ante su pueblo.
Con una puntualidad taurina, las cinco de la tarde y bajo un sol de justicia iniciaba su desfile procesional la Macarena, con una puesta en escena seria y ordenada, para dejar buen sabor de boca en el Lunes Santo almeriense del que se despedían. El hermano mayor y capataz, Francisco Javier Martínez ?El Latas?, daba las últimas instrucciones a los costaleros del paso de La Sentencia. En el dintel del templo el alcalde de la ciudad hizo la levantá antes de salir a la calle. En ese momento un enorme silencio mientras la cuadrilla maniobraba con temenda dificultad, debido a las dimensiones del paso, la estrechez de la calles y de las puertas de San Ildefonso, casi rozando, despacio y muy bien mandado el paso salió definitivamente a la calle entre el clamor popular, aplausos, música de la Banda Santa Cruz y el tintinear de las campanillas.Mientras el cortejo avanzaba lentamente hacia la Avenida de Vilchez, también comenzaba el avance del paso de palio, de nuevo el alcalde hizo la primera levantá que lo llevaba a la calle, con una excepcional maniobra en la que los costaleros tienen que agachar y ajustarse a los espacios, con mimo y dulzura estaba la Señora en la calle. María Santísima de la Esperanza Macarena, portada por 30 costaleros, lucía radiante, vestida por Álvaro Abril Vela y con un exorno floral exuberante.El cortejo procesional discurrió por las calles de la capital sin grandes contratiempos pasando por puntos emblemáticos de la ciudad. En Carrera oficial majestuosa y muy aclamada por unas gradas repletas de público