Se trata de una gran innovación que permite el intercambio de datos entre dispositivos con la implantación de un chip en el cuerpo.
Es el caso de Juan José Tara, este joven almeriense informático de 34 años que tras acabar sus estudios apostó por realizar un master de investigación de Suecia que le abrió las puertas a las empresas de electrónica.
Unos inicios que le llevaron a crear su propia empresa y un chip que se implanta en el cuerpo humano con una tecnología de comunicación inalámbrica, de corto alcance y alta frecuencia que permite el intercambio de datos entre disposiivos .
Este chip, que tiene un coste de cien euros, permite realizar diferentes gestiones, almacenar datos personales o trasferirlos simplemente pasando la mano por un teléfono.
Un joven almeriense que vive entre Almería, Suecia e incluso China y que asegura que a pesar de la importancia que tiene hoy el móvil el futuro pasa porque el ser humano recupere su protagonismo.