La Plaza Vieja se ha teñido de azul para conmemorar el Día Mundial del Autismo. Una cita en la que han participado representantes de todas las administraciones públicas, pero en la que el protagonismo lo han copado los dos socios de Altea que han leído el manifiesto de este año.
Aunque no existe un censo oficial, se calcula que en España hay unas 450.000 personas con trastorno del espectro autista. Un colectivo invisible en muchas ocasiones e infradiagnosticado, que aprovecha el 2 de abril, Día Mundial del Autismo, para reivindicar sus derechos.
Los protagonistas de este día han sido Diego y Jesús, los miembros de la Asociación Altea que han leído el manifiesto de este año. Un documento en el que han hablado de la importancia de la detección precoz del TEA o de la atención temprana, y de cómo han vivido la pandemia de la Covid-19.
Tampoco se han olvidado de todas las personas con discapacidad que están sufriendo la guerra en Ucrania. Visbilidad y empatía es lo que necesita este colectivo para alcanzar una plena integración en la sociedad.
Cómo ha acompañado a Diego, que a partir del lunes comenzará a trabajar como monitor deportivo en la Altea después de haber superado con éxito una acción formativa incluida en el proyecto que desarrollan Ayuntamiento y asociación. Un ejemplo de que con esfuerzo y tesón, se rompen las barreras.