Se trabaja tanto en la zona afectada por los desprendimientos como en la consolidación de taludes, donde el Gobierno invierte 2,6 millones de euros.
Tras semanas con un solo carril habilitado al tráfico, este fin de semana se habilitarán los dos sentidos de circulación para favorecer el tránsito en la operación salida, pero desde el lunes volverá a reducirse a uno.
Desde abril el tramo costero entre Almería y Aguadulce es una zona de alto riesgo. Hay un tramo de unos 6 kilómetros afectado por desprendimientos, desde el Bellavista a la Garrofa, y la zona del Palmer, que obligó a cortar el tráfico. Una zona de acantilados rocosos que siempre ha sido inestable y que ha requerido actuaciones de emergencia y también minimizar el riesgo de nuevos desprendimientos en toda la carretera
Las obras de emergencia tienen un período de ejecución de 28 meses, si bien no son estos trabajos los que afectan principalmente al tráfico. Es la consolidación de taludes la que impide circular con normalidad y no se puede prever el tiempo que requerirán, ya que su objetivo es reducir al máximo el riesgo de nuevos desprendimientos.