En los últimos años, las chumberas, plantas insignie de Almería, se están viendo afectadas por la cochinilla del carmín. Un mal que ha incidido con especial gravedad en las faldas de la Alcazaba y al que el Ayuntamiento combate con un plan específico.
La cochinilla del carmín se ha convertido en el terror de las chumberas almerienses. Un problema, que también se repite en otras provincias andaluzas y que, en la capital, ha afectado especialmente al entorno de la Alcazaba. El Ayuntamiento ha realizado una limpieza específica en la zona, y ahora ha vuelto a reactivar el plan de chocque para acabar con un mal que hace peligrar una de las estampas más típicas de Almería.Para acabar definitivamente con el problema, el área de Medio Ambiente volverá a aplicar productos químicos en la zona cuando rebroten las plantas. Así, aunque momentaneamente se perderá una planta emblemática de la zona, mermará la incidencia de este insecto. Esta guerra a la cochinilla es especialmente complicada por la dificultad de acceso a las faldas de la Alcazaba.